Un gerente no es un líder necesariamente. Así lo plantea el Master Trainer, Paul Anwandter, en su libro: “Coaching Ejecutivo de Líderes”.
Para esto es relevante comprender la diferencia entre gerente y líder.
Anwandter indica que un gerente está típicamente orientado a las tareas y a los resultados y que probablemente no sabe como separarse de esta función. Esto lleva al gerente a no separarse de lo cotidiano lo que le impide mirar desde el balcón realizando un “vuelo de helicóptero” que le permita apreciar todo lo que está bajo su responsabilidad y concatenar las distintas áreas.
Esto se distancia con una de las principales funciones de un líder, desarrollar el potencial de las personas tocando lo mejor de cada uno de ellos.
En un proceso de Coaching, el gerente tendrá que revisar lo que hace. En este trabajo será esencial que el gerente, futuro líder, se desprenda de esas tareas que no le conciernen y pueda ser alguien responsable por sus acciones.
En este proceso, se dará cuenta que seguramente el trabajo que solía hacer no es lo que estará haciendo.
Y el ego siempre está involucrado en este camino. Por ejemplo, él creerá que las cosas que no está haciendo no tendrán éxito simplemente porque él no las está realizando.
El gerente existe para producir resultados, él gerencia, es un administrador y produce resultados.
En cambio el líder debe poder conectarse emocionalmente, debe ser capaz de determinar el propósito de la misión que tiene el trabajo. Incluso en trabajos simples, de saber decirle a las personas; “ustedes son importantes”.
Un ejecutivo líder valora el crecimiento de las otras personas, sabe cómo motivarlas en cada contacto que realiza, debe saber motivar de manera integral. Debe generar permanentes reflexiones, desarrollar un pensamiento reflexivo, sistémico y dialéctico.